Reconstrucción dental: soluciones para conservar tu sonrisa

En ocasiones, nos encontramos con personas que tienen una sonrisa poco atractiva, debido a dientes dañados, rotos o con caries visibles y, por temor o vergüenza, no acuden al odontólogo, pensando que tal vez podrían perder el diente. 

Es por eso que queremos que conozcas métodos de reconstrucción del diente, que permiten preservarlo y recuperar esa sonrisa que tenías. ¡Toma nota!

¿Qué es una reconstrucción dental?

Cuando se habla de salud dental, mucha gente piensa que se trata de problemas focalizados solo en la cavidad bucal y que no afectan otras partes del organismo humano, lo cual es una idea errónea.

De hecho, la Organización Mundial de la Salud establece que: «La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades».  

En este sentido, la odontología es un factor fundamental para alcanzar salud y bienestar, ya que la sonrisa es uno de los principales atractivos estéticos en el rostro de las personas, por lo que, cuando su sonrisa es agradable, estas se sienten bien consigo mismas. Por esta razón, las reconstrucciones dentales son importantes. Pero ¿sabes en qué consiste? 

Técnicamente, la reconstrucción dental se trata de soluciones de odontología conservadora y su objetivo es preservar los dientes naturales el mayor tiempo posible, con toda su funcionalidad y con estética dental.

Entonces, la reconstrucción no es solamente un procedimiento para que los dientes se vean bonitos, como muchas personas creen. Si no, que tiene como función la recuperación parcial o total de un diente, originada por rotura, desgaste o una afección que haya provocado su destrucción, como una caries o un traumatismo.

Dependiendo de las características de la lesión y del paciente, esta recuperación puede realizarse en uno o varios dientes a la vez, sustituyendo los tejidos perdidos o irrecuperables con materiales artificiales biocompatibles. De esta forma se corrigen los posibles daños del diente y se reparan problemas estéticos y funcionales que esté presentando.  

En todo caso, si consideras que necesitas restaurar uno o varios dientes, el odontólogo debe proceder a realizarte una evaluación para determinar qué tipo de tratamiento es el adecuado, ya que existen dos tipos de reconstrucción dental, de acuerdo a la forma en que se realizan, los cuales son la reconstrucción directa y reconstrucción indirecta. 

La reconstrucción directa se lleva a cabo, como su nombre lo indica, directamente en la boca del paciente y, en la mayoría de los casos, se realiza en una sola sesión, ya que suele aplicarse en lesiones no muy graves. Mientras que para la reconstrucción indirecta debe realizarse parte del proceso en un laboratorio. 

Sin embargo, antes de someterte a un tratamiento restaurador, es bueno que sepas que la odontología conservadora establece ciertas recomendaciones para realizarla. ¡Checa cuáles son!

¿En qué casos se aconseja una reconstrucción dental?

Como te mencionamos, las reconstrucciones dentales solucionan diferentes tipos de problemas, siempre buscando restaurar la capacidad del diente para que cumplir con su función masticatoria normal.  

Las condiciones más frecuentes que requieren de la odontología reparadora son: 

• Aparición de caries. Esta es, tal vez, la causa más frecuente de deterioro de los dientes. Cuando un paciente sufre de caries dental, podría exponerse a la pérdida de continuidad del diente si no lo trata a tiempo. Además, puede afectar el nervio y generar lo que se conoce como pulpitis, la cual es una enfermedad que puede causar infección y muerte del nervio.

Para solucionarlo, el odontólogo debe rellenar la cavidad que ha quedado luego de la extracción de la caries dental, utilizando algún material en su restauración.

• Lesiones dentales traumáticas (LDT). En este caso pueden ser lesiones producidas por golpes, caídas u objetos. O pueden deberse a traumatismos dentales producidos en actividades deportivas, actividades físicas de ocio, accidentes automovilísticos, entre otras. 

Cualquiera sea la causa, un traumatismo puede conducir a otros problemas más delicados, como movilidad del diente, daños en el hueso maxilar o, incluso, pérdida del diente.

No obstante, cuando la rotura es parcial y no hay complicaciones graves, el odontólogo puede solucionar el problema estético mediante una reconstrucción sencilla.

• Tratamientos dentales como la endodoncia. Como te mencionamos antes, hay casos en que se producen infecciones en la raíz del diente, como por ejemplo cuando se detecta una caries profunda, y el odontólogo debe realizar una endodoncia para proceder a extirpar el nervio, desinfectar los canales que lo alojaban y pasar a hacer la reconstrucción del diente. 
• Desgaste dental por el uso, la edad u otras condiciones como el bruxismo. En el transcurso de nuestra vida nuestro organismo experimenta transformaciones, que pueden estar relacionadas a factores genéticos, alimenticios, ambientales, etc., que pueden derivar en deterioro de la estructura dental. 

También hay casos de personas que tienden a apretar o rechinar los dientes, patología conocida como bruxismo, por lo que la estructura dentaria se va desgastando y afecta la estética dental. 

Tanto en el caso de desgaste natural como el de bruxismo, es conveniente realizar un tratamiento de reconstrucción para mejorar la apariencia y funcionamiento dental.

Como puedes notar, la reconstrucción dental es una solución viable en diferentes casos, dependiendo de la gravedad del trastorno y otros factores. Es por eso que la odontología conservadora sugiere diferentes tipos de tratamientos, de acuerdo a la afección de cada paciente. ¡Veamos cuáles son!

¿Qué tipos de tratamientos de reconstrucción dental existen?

Composite o resinas compuestas

Es un tipo de reconstrucción dental directa, que se utiliza cuando el daño en el  diente es pequeño. El composite consiste en un material sintético formado por diversas resinas que, cuando se expone a una luz especial, se endurece y se adhiere fácilmente al diente.

Es un material de fácil maleabilidad, que se usa con frecuencia para corregir grietas y modificar la forma o tamaño de los dientes. Se ve bastante natural y por eso es muy utilizado en restauraciones estéticas, aunque no es recomendado para restauraciones grandes porque, cuando se somete a la luz polimerizadora, no sólo endurece el composite, sino que puede ocasionar su contracción, generando tensión interna y la posterior fractura del diente.

Carillas

Las carillas dentales son un procedimiento de restauración indirecto, meramente estético, que puede ser una solución factible para roturas parciales de los dientes. Consiste en la adhesión de finas láminas de porcelana o composite, que se fijan al diente y cambian el color, forma y posición del mismo. 

Las carillas dentales se utilizan, especialmente, para reparar roturas leves o desgaste en los incisivos, ya que se ven muy naturales y se logra una sonrisa armónica.

Endoposte y corona

Es el tipo de reconstrucción indirecta más complejo de todos y se aplica luego de un tratamiento de endodoncia, cuando la caries ha afectado gravemente al diente y el mismo se ha tallado o limado, rebajándolo en gran proporción. 

Consiste en colocar una corona dental y luego introducir un endoposte (conocido anteriormente como perno) en la raíz, con el fin de garantizar que la corona quede firmemente adherida al endoposte para evitar el desalojo ante cualquier tipo de movimiento indeseado. 

Es una prótesis dental que, además de estética, es funcional, porque permite recuperar dientes que, en caso contrario, habría que extraer.

Incrustaciones dentales

Consisten en un tipo de tratamiento de estética dental indirecto, realizado con piezas de cerámica o zirconia hechas a la medida, que se fabrican y endurecen fuera de la boca, con la misma forma de la parte dañada del diente natural. Posteriormente, se incrusta en el diente, logrando que se vea como el original. 

Las incrustaciones dentales son un tipo de reconstrucción dental que se utiliza en cualquier diente, aunque es más común en premolares y molares, cuando se encuentran muy deteriorados y han perdido gran parte de su estructura dentaria, lo cual produce a las personas dolor y molestias para masticar alimentos más duros.

En suma, si ya sabes que necesitas restaurar un diente y, dado que existen distintos tipos de técnicas de reconstrucción dental, el odontólogo deberá realizarte un buen diagnóstico para determinar la que más te convenga. Lo positivo es que todas aportan beneficios, como te comentaremos a continuación:

Beneficios de las reconstrucciones dentales

Mantener tu dentadura natural es el objetivo de la odontología. Es que, como afirma la Asociación Española de Endodoncia (AEDE), el cuerpo es la máquina más perfecta, y salvaguardar sus piezas originales es primordial. 

Por eso, las reconstrucciones dentales ofrecen la posibilidad de conservar tus propios dientes, además de los siguientes beneficios: 

• Restaurar la estructura dental. El objetivo principal de restaurar un diente es mejorar la salud oral. Por eso, antes que extraer, la reconstrucción dental establece como prioridad conservar la estructura dental.

• Preservar el resto de los dientes. Cuando se pierde un diente queda un espacio vacío que puede mover o cambiar de posición los otros, lo que causa problemas de mordida y otras alteraciones. Por lo tanto, el hecho de que el objetivo de la odontología restauradora sea preservar los dientes naturales, ayuda a proteger el resto y mantenerlos en posición.

• Eliminar molestias y dolores en los dientes. La reconstrucción ayuda a eliminar las caries o roturas producidas en los dientes, evitando dolores y molestias.

• Mejorar la función masticatoria y del habla. Otro de los objetivos de la reconstrucción dental es que la persona tenga capacidad para comer, hablar y masticar perfectamente. Por ello es importante tratar de mantener sanos y completos los dientes, para que las funciones de masticación y del habla no se vean perjudicadas.

• Reducir la incidencia de problemas dentales futuros. Cuando se pierden dientes o se rompen, hay una alta probabilidad de sufrir de otras enfermedades. Así que lo recomendable es restaurar lo antes posible, para que no afecte la cavidad pulpar.
• Cualquier tipo de reconstrucción dental es un tratamiento menos invasivo que los implantes dentales. Dado que los implantes reemplazan todo el diente junto con su raíz, el procedimiento es mucho más complejo y más largo, mientras que la reconstrucción dental es un procedimiento que trata la parte superficial del diente, por lo que es menos complicado e invasivo.
• Recuperar tu sonrisa. La reconstrucción de un diente roto o el reemplazo de un diente perdido, permite conservar la estética de la boca y, por ende, contribuye a que la sonrisa se vea armónica. 
• Recobrar tu salud bucal y tu autoestima. Sin duda, tener una buena salud bucal previene problemas adicionales como la enfermedad periodontal o la halitosis, entre otras enfermedades que producen insatisfacción personal y de salud.

En definitiva, como puedes observar, la salud bucal implica numerosos aspectos que hay que tomar en cuenta para gozar de bienestar, así que acudir a tu odontólogo con regularidad debe formar parte de tu rutina para el cuidado integral de la salud. 

Por último, debes recordar que, tan importante como ir al dentista, es mantener una higiene bucal eficaz utilizando el cepillo de dientes indicado, enjuague bucal, entre otros productos, para maximizar y potenciar los efectos de cualquier tratamiento o técnica de reconstrucción dental que te realice el profesional.

¡Te invitamos a aprender más sobre cómo mantener tus dientes saludables en nuestro blog!