Brackets para niños: ¿qué tipos existen y qué problemas solucionan?

La ortodoncia infantil, también conocida como ortodoncia interceptiva, se aplica para tratar de corregir de manera temprana algunos problemas estéticos o funcionales que tienen los niños. 

Uno de los tratamientos más comunes son los brackets. Conoce para qué sirven y cuáles son los diferentes tipos de brackets que algunos especialistas aconsejan usar a temprana edad.  

¿Qué son los brackets para niños y para qué sirven?

Los brackets son un tipo de tratamiento de ortodoncia infantil que se emplean para corregir problemas estéticos y funcionales relacionados con la alineación de los dientes.

Algunas de las razones más comunes por las que se recomienda el uso de este tipo de ortodoncia son: 

• Problemas dentales y de higiene: si tu niño tiene apiñamiento o dientes torcidos, se acumulan con más facilidad los restos de comida. Esto puede provocar caries y enfermedades en la encía. Un tratamiento de ortodoncia con brackets ayudará a corregir la alineación y malposición, lo que permitirá una mejor limpieza para prevenir problemas de salud dental. 

• Problemas de mordida: cuando los dientes superiores e inferiores no están alineados como debe ser, se presentan maloclusiones como la mordida cruzada, la sobremordida, la protrusión y la mordida abierta. Esto afecta funciones como la masticación, la respiración y el habla. 

Aunque la ortodoncia infantil con brackets puede corregir estos problemas, la solución no es definitiva debido a que los niños están en etapa de crecimiento. Por esta razón, sus huesos maxilares siguen en desarrollo y los dientes se seguirán moviendo. Desde nuestra experiencia, sugerimos que los niños no usen aparatos de ortodoncia a edades tempranas, sino una vez que tengan sus dientes permanentes.  

¿Cuál es la edad adecuada para comenzar el tratamiento con brackets?

El control de la salud bucal con el odontopediatra debes hacerlo cuando aparecen los dientes de leche de tu hijo. Sin embargo, la primera visita al ortodoncista es recomendable a partir de los 4 años, por si tiene algún problema de discrepancia ósea o mal hábito.

El odontólogo controlará la evolución del crecimiento óseo, la dentición y la posición de los dientes definitivos para determinar si es necesario aplicar algún tratamiento dental. 

En el caso de los brackets, la edad ideal para su uso en los niños es a partir de los 11 o 12 años de edad.

El tiempo de tratamiento dependerá de la evolución del mismo, pero por lo general es de 2 a 3 años.

Tipos de brackets para niños

Existen diferentes tipos de brackets para corregir los problemas de maloclusión y alineación en los niños. Los más usados son:

Brackets metálicos

Este tipo de aparatos es uno de los más utilizados. Funcionan con unas gomas de diferentes diseños y colores que se fijan al arco que alinea los dientes. Su uso es efectivo, pero se trata de un proceso lento.

Los brackets metálicos no son discretos. Pueden provocar la aparición de aftas o úlceras en la boca debido al roce y, por ser ortodoncia fija, dificultan la higiene bucodental en ciertas zonas donde se acumulan los restos de comida y puede formarse la placa bacteriana. Durante su uso, es muy importante supervisar a los niños para que tengan una correcta limpieza.

Brackets transparentes

Su sistema es muy parecido al de los brackets metálicos, pero están diseñados con colores claros e incluso similares al color de los dientes, lo que los hace prácticamente imperceptibles. 

Entre los materiales con los que se fabrican están la cerámica, el zafiro, el policarbonato y la resina. Son muy efectivos para resolver los problemas de alineamiento y mordida.

Brackets autoligables

Este tipo de brackets no necesita ligaduras para fijarse al arco del aparato dental, como ocurre con los convencionales. Su mecanismo de compuerta o pestañas integradas los hace más discretos, facilita el cepillado y previene la acumulación de restos de comida. 

Tienen un sistema de autoajuste, por lo que no es necesario ir al ortodoncista con frecuencia. Además, son más precisos para corregir la posición de los dientes y el tiempo de tratamiento es más corto.  

Brackets linguales

Estos aparatos funcionan igual que los brackets metálicos, pero se adhieren a la cara interna de los dientes. Esto los hace mucho más estéticos porque son invisibles al exterior.

Su mecanismo no necesita gomas para unir el mecanismo, pero pueden resultar más incómodos y difíciles de limpiar. En ocasiones, le causan problemas al niño para hablar. 

Además de estos cuatro tipos de brackets, en la actualidad existe una ortodoncia invisible en la cual se emplean guardas transparentes que actúan como aparatos removibles. 

Estos alineadores invisibles son más cómodos y facilitan la higiene bucal, ya que se pueden quitar al momento de comer. Sin embargo, también consideramos que la mejor edad para usarlos es cuando el niño tenga todos sus dientes permanentes. 

¿Cómo cuidar los brackets para niños?

El cuidado de los brackets no difiere del de cualquier sistema de ortodoncia. Las principales acciones que tu hijo debe cumplir son: 

• Mantener la higiene dental: el cepillado y el uso del hilo dental es fundamental para el cuidado de los dientes y la eliminación de restos de comida alrededor de los brackets.  
• Evitar el consumo de ciertos alimentos: el azúcar y las comidas pegajosas favorecen la aparición de las caries, sobre todo en las áreas donde es difícil que llegue el cepillo debido a los brackets. En el caso de los alimentos duros, se deben picar en pedazos pequeños para evitar la presión sobre los aparatos. 
• Controlar los malos hábitos: comerse las uñas, masticar objetos como pitillos, lápices y bolígrafos pueden dañar los brackets y, por ende, se alargará más el tiempo de tratamiento. 
• Visitar regularmente al ortodoncista.

Siempre es importante que acudas con tu niño a visitas periódicas con el especialista. Ahí podrán darte la información y valoración necesaria para saber si necesita algún tratamiento de ortodoncia. Visita nuestro blog y descubre más temas sobre salud bucodental en niños.